La odontología para niños requiere algo más que conocimientos dentales comunes, puesto que se está tratando con un ser humano en periodo de transformación. Solamente en los niños se encuentra este crecimiento y desarrollo rápidos donde los individuos están en constante cambio.
La odontología para niños trata generalmente de la prevención, el manejo y la educación adecuada en cuanto a salud buco-dental, tanto a los padres como a los niños, guiados de manera exitosa para alcanzar denticiones sin caries, sin lesiones emocionales, que para mí como odontopediatra con años de experiencia me parece de las características más importantes de éste tema.
La escogencia de un profesional en salud que esté debidamente capacitado para manejar y entender la parte conductual de un niño. La primera cita es considerada de vital importancia, ya que marca en gran medida el éxito de un tratamiento dental en un paciente infantil.
El tema es amplio no obstante cabe resaltar que el medio ambiente, el personal auxiliar y el odontopediatra deben de reunir las características óptimas para que el paciente se identifique, se sienta a gusto y su experiencia sea positiva.
No podemos considerar que el paciente pediátrico es un adulto pequeño, por lo que cualquier explicación que se le pretenda dar debe ser en términos correctos y de ser posible mostrar previamente o ejemplificar ciertos procedimientos que sensibilizaran al paciente con su colaborador en este caso el odontopediatra.
Debemos destacar que ésta primera cita también es de vital importancia para los padres del paciente, no es sencillo para un padre enfrentarse a los temores propios, por experiencias previas vividas o de terceras personas y mucho menos al tratarse de un hijo.
Los tratamientos dentales en niños deben tener correctamente documentada la información diagnóstica, historia familiar, antecedentes médicos, historia dental, radiografías y el plan de tratamiento exacto según corresponde, menciono esto porque el paciente infantil debe experimentar citas cortas, con el mínimo de contratiempos, con tratamientos exitosos y que no lo expongan a procedimientos repetitivos.
Es deber del odontopediatra dar una explicación clara a los padres del paciente sobre el tratamiento dental a realizar, sobre técnicas de modificación de conducta existentes y cualquier tipo de aparatología que fuese necesario utilizar para que a su vez el encargado del niño evacue dudas y tenga toda la información que se requiera.
La empatía que el odontopediatra logre con su paciente dependerá en gran medida más de un entrenamiento en psicología y de la habilidad del mismo para obtener la colaboración de su paciente que a la vez este último y sus padres tendrán una experiencia positiva en pro de la salud dental y emocional de su hijo.
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