Blanqueamiento Dental: Tratamiento, Tipos, Cuidados, Consejos y Más

Todo ser humano quiere poseer salud, verse bien, sentirse bien consigo mismo y ser feliz. Una sonrisa es sinónimo de todo lo anterior y más aún sí es una sonrisa agradable.

Uno de los factores que pueden influir en esto es el color de nuestros dientes según un estudio realizado a 235 pacientes adultos en el hospital Universiti Sains Malaysia, 132 (56.2%) afirmaron estar insatisfechos y por esta razón es que nuestros pacientes buscan blanquearlos de forma profesional.

Cuando realizamos blanqueamientos dentales buscamos lograr los siguientes objetivos:

  • Lograr un cambio en la tonalidad preexistente de los dientes de nuestros pacientes.
  • Que el color obtenido se mantenga por la mayor cantidad de tiempo posible.

Para poder lograr lo anterior, necesitamos tomar en cuenta qué tipo de color tienen nuestros dientes, el por qué han cambiado de tonalidad y si las manchas son producidas por pigmentos externos o internos.

Para conocer qué necesitamos y cómo vamos a abordar el cambio de color debemos comenzar con una simple revisión dental. De esta forma, sabremos el tipo de blanqueamiento que necesitamos, la concentración y cuidados que debemos tener para lograr esa sonrisa que todos buscamos.

Es importante recordar que el blanqueamiento dental realizado bajo supervisión profesional, minimiza los problemas de sensibilidad y no produce daños al esmalte de los dientes. Tratamientos no profesionales pueden terminar en experiencias realmente desagradables, ya que no llevan un control ni diagnóstico adecuado.

¿Quienes pueden realizarse este tratamiento?

  • Personas insatisfechas con el color de sus dientes.
  •  Personas sin presencia de caries.
  • Personas sin historia de sensibilidad dental reciente.
  • Personas con encías sanas.

Todos debemos tomar en cuenta que el blanqueamiento dental resulta en cambios de color en el diente, y no en las calzas ya presentes. Esto es realmente importante cuando tenemos calzas en los dientes del frente, que podrían resultar evidentes una vez terminado nuestro tratamiento. En muchas ocasiones, una vez terminado un blanqueamiento, tenemos que cambiar las calzas de los dientes del frente, para que igualen el nuevo color.

¿Qué tipos de blanqueamientos existen?

Blanqueamiento en silla: Llamamos así al blanqueamiento que realizamos en nuestra clínica dental en 45 a 60 minutos. Este tipo de blanqueamiento es el más utilizado y el más agradable para los pacientes. En una sola cita, se obtiene el color más blanco posible. Existen opciones como el utilizar una lámpara LED (Zoom! by Philips) o bien utilizar blanqueamientos que no requieren de luz para lograr su efecto (Dash by Philips). Todos los seres humanos son diferentes y por eso existen diferentes opciones que se ajustan a las necesidades de cada uno, siempre buscando el mejor resultado y comodidad durante el tratamiento.

Blanqueamiento en casa: Este es el tipo de blanqueamiento que se utiliza en caso de que nuestros pacientes tengan sensibilidad dental o recesiones en sus encías. Se utiliza durante 30 minutos al día o durante las noches (diferentes opciones para cada caso) por un período de 1 semana, logrando un cambio de color más lento, pero más estable, disminuyendo al máximo la posibilidad de sensibilidad producto de un blanqueamiento no planificado profesionalmente.

¿Qué debemos hacer para que nuestro nuevo color se mantenga por mucho tiempo?

Básicamente debemos evitar alimentos pigmentados, como el vino, frijoles negros, remolacha, bebidas carbonatadas con colores oscuros, café, etc. También se recomienda consumir vegetales verdes como: espinaca, kale ó brócoli, tienen potencial de ayudar a remover manchas causadas por comidas rojas como tomates y chile dulce.

Cepillarse los dientes regularmente y utilizar el hilo dental, así como realizar limpiezas dentales periódicas, son cosas simples que podemos hacer para mantener nuestro nuevo color por mucho tiempo.

Sin importar la técnica utilizada (Silla o en casa), cada 6 meses o un año se pueden realizar retoques en el blanqueamiento, lo que nos permite sonreír con un blanco agradable a nuestros amigos y familiares.